Grande ha sido el avance de la ciencia en temas de inseminación artificial; desde el primer bebé probeta hasta la actualidad. El próximo 25 de julio se celebrará el triunfo de la ciencia hace ya 30 años, pues se logró la primera niña fruto de una fecundación 'in vitro'. Aunque en la actualidad el tema sobre la inseminación artificial ha sido dejado atrás, y se toca ya en "temas de historia" ahora nos detenemos para hablar de lo inmoral e inhumano que sería en la actualidad la clonación de personas, pues de seguro éstas tendrían mayores posibilidades que el azar natural nos ha brindado a cada uno de nosotros, y que en algunos casos hubieramos querido omitir de nuestro mapa genético. Es entonces que el principal problema que tendrá que asumir la sociedad actual es la que rodea a las nuevas y futuras técnicas reproductivas, deberá velar por su regulación. La dimensión moral de estas cuestiones hace especialmente necesario legislarlas ya que, de lo contrario, cualquier procedimiento -como la selección de un embrión que pueda curar a un hermano enfermo- puede emplearse para fines que, al menos hoy en día, la sociedad no ve con buenos ojos –como elegir el aspecto físico, altura, peso, el cociente intelectual, etc.-. Aunque probablemente muchos de nosotros nos veamos tentados ante ésta perspectiva, claro que ésta mejoría sustancial en nuestra descendencia estaría limitada por nuestra economía, generando así más elementos que nos dividirían y crearía más división y marginación.
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